miércoles, 24 de septiembre de 2008

Tu

¡Por pudor¡, reconoce que no profesas afecto a nadie,
cuando contigo mismo eres tan previsor.

Admito si quieres
que te estiman mucho;
pero es cierto que a ninguno amas.

Pues te sientes animado de un odio tan asesino,
que no titubeas en conspirar contra ti propio,
buscando destruir esa bella morada,
cuya separación debiera construir tu principal deseo.

Por favor,
cambia de idea,
para que pueda cambiar yo de parecer.

¿Ha de darse mejor alojamiento al odio que al apacible amor?.

Se como tu persona,
gracioso y amable
o muéstrate a lo menos complaciente contigo mismo.

¿Crea otro tu,
por afecto a mi,
para que la belleza sobreviva por ti y por los tuyos...