Mi compañera sincera, amiga de siempre. Tú, que siempre creías vivir en un círculo imperfecto. Tú, que hace años apareciste en mi vida salida de uno de los rincones más oscuros del mundo de fantasía donde ahora vivo y me llega el correo.
Vivimos juntos, vivimos juntos tantas felicidades, tantas tristezas.
Recuerdas cuando arruinamos, tal como siempre lo hacíamos, sueños, ilusiones, y el ánimo de vivir de tantas personas que se cruzaron por nuestro camino con nuestra irreverencia?..
Éramos felices y lo sabes. Yo lo sé.
¿Recuerdas cuando pasábamos noches en vela junto al calor de una copa de vino tratando de arreglar el mundo?
Pero todo ha de acabar algún día.
Tal como un niño ha de abandonar sus amigos imaginarios para enfrentarse a un mundo cruel que sólo se pondrá peor con el tiempo, tú y yo debemos partir.
Hoy fuiste tu, mañana seré yo, y después los demás…
Recuerdas cuando creíamos que éramos juntos los únicos haciendo cambiar al mundo.
Cecy:
La gente ya no te reconocía, no eras la misma, te confundían con esa otra, esa que se enredaba en corrientes y símbolos abstractos de nuestro mundo de fantasía.
Amiga, siempre te cargaré junto a mi cuando deba identificarme por mis simples y alfanuméricos adjetivos no merecidos, pero en nuestra forma verdadera, ya nunca más estaremos juntos.
Pero te veré pronto... y no digo adiós, si no, hasta siempre….
Hola Cecy, que paradójica es la vida y mas ahora que ya no estas.
Recuerdo los días previos a tu funeral cuando te acompañaba tu familia, nosotros los amigos y todos tus colegas, todos marchamos juntos a tu nueva casa, justo ahí, hubo discursos, lagrimas y mucho dolor, hoy me pregunto, ¿que paso entonces?, hoy ya nadie te visita en mi espacio, en donde te mantengo viva y hermosa, ¿simplemente dejaste de existir?, me llama profundamente la atención que de todos/as tus colegas no hay ningún escritos, ellos quienes demostraron tan profundo dolor.
Creo que nada es excusa para no rendirte un pequeñito homenaje, ni la falta de tiempo, ni los quehaceres domésticos, ni nada, todos estamos consumidos por la vorágine de la vida y del trabajo, aún así, solo es cosa de tomarse solo unos minutos y plasmar un sentimiento en esta humilde hoja electrónica.
Claro lo evidente es evidente, no le echemos la culpa al empedrado, la culpa la tiene el cojo no el camino, se que me entiendes Cecy, como sienpre lo hiciste....
En fin soy feliz porque siempre fuiste apegada a mi casa y finalmente te quedaste en nuestra otra casa, se paciente, ya estaremos nuevamente juntos...
Te adoro preciosa…
PD: al que le quede el poncho que se lo ponga….
