lunes, 24 de octubre de 2011

El ensangrentado Cobarde...

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Y cuando la compasión y la tristeza se tornan inclemente en rabia,
la más sutil de las existencias se vuelve pesada y canibal.
En la línea de la locura, de la desesperación rendida y los espejos de piedra, 
ojeando diarios y viejas fotos de un rostro monstruoso y sonriente que al cabo ya murió miles de veces,
y que no importa si feliz o desdichado, al fin todo pasa.
Todo pasa, el tiempo se encarga de ello, y nada es tan real que merezca una lágrima o un escalofrío. 

Gota a gota, hasta rebosar el infinito cuenco de un corazón vencido..
Y yo, que soy el centro de nada, no merezco más tristeza que la de ese pequeño que me ama necesitándome,
y que me impide abandonar este mundo,
con la solemne dignidad de un ensangrentado cobarde.......



1 comentario:

Cecy dijo...

Mi querido amigo, estoy de acuerdo que ya es tiempo de dejar las tristezas y de que te castigues tanto, vamos, anda, animo, que toda la experiencia hasta soy sirva para cosas buenas.
Me alegra tanto saber de vos, aunque sea cada tanto.
No olvides aquí tienes una amiga.


Un abrazo inmenso!