Hoy me siento a dibujar palabras en mi computador, palabras para ti, mi gran amigo, quien siempre has puesto tu hombro aliviando mi constante descontrol con palabras y acciones que limpian, sanan, exorcizan mi alma y mi constante ruido cerebral.
Como olvidar cuando nos reencontramos en Enero mientras se me escapaba la vida bajo un sol furioso y quemante en aquel bello parque en donde los latidos de mi corazón se hacían cada vez mas lentos, silenciosos y solo podía atisbar árboles, escuchar el sonido lejano de los pájaros, y el viento.Esto no es poesía, más bien es un humilde y sentido reconocimiento hacia ti por ser capaz de descifrar mis conflictos y contradicciones internas, solo tu me conoces en mi universo y sabes muy bien como mi cabeza siempre amenaza con boicotear mi débil cordura.
Hoy es el momento de tomar el control de mi vida y aferrarme a tu mano como lo hacen los hermanos, dos hermanos de experiencia, ¿quizás de vidas pasadas?, distintas, opuestas, ¡¡¡ si, muy opuestas!!! pero hermanos de corazón, valor, emoción, tolerancia, afecto, ¿que mas da si nuestro torrente sanguíneo es distinto???.
La vida es una construcción constante, el destino no existe, ¿recuerda lo que siempre digo?, ¡¡¡no hay mas destino del que podamos construir!!!, y como la vida es un enigma quizá no estoy en lo correcto, pero es mi pensar.
Cuando mutas en un noctámbulo perpetuo se te agolpan las ideas, entonces todo se transforman en un rompecabezas cual difícil es de ordenar y justo allí siento mi cabeza estallar.
Hermano, tantas grandes batallas vencidas juntos, también otras perdidas, no menos importantes, pero aquí estamos, despojándonos del fango pululante, que amenaza insistentemente a intoxicar.
Hoy eres parte fundamental en mi vida, un gran pilar, eres mi familia, nos aceptamos tal cual somos, con nuestros defectos y virtudes, claro tu eres diferente, no eres de este mundo, eres exorbitadamente noble, simplemente un ángel en la tierra enviado por mi estrella que bajó para conservarme en el tiempo.
Te quiero hermano….
